Qué son las series de tiempos.

Qué son las series temporales o series de tiempos, sus características, componentes y pasos para analizarlas.

CIENCIA DE DATOSPROBABILIDADESTADISTICA

Camilo García Rey

9/30/20244 min read

Imaginemos que estamos frente a una gráfica que no es estática. Que en lugar de ser un simple conjunto de números, nos cuenta una historia, una historia que se desarrolla en el tiempo. Esa historia es lo que llamamos series de tiempo. Cada punto en esa gráfica es un dato, pero no un dato cualquiera: es una observación tomada en un momento específico. Puede ser el precio de una acción en la bolsa de valores hoy, la temperatura en tu ciudad ayer o el número de clientes que visitaron tu tienda el mes pasado.

Las series de tiempo están en todas partes. Son el reflejo de los patrones que vemos en la vida cotidiana, donde el tiempo avanza y con él, cambian las condiciones. Pero para entenderlas y analizarlas, debemos dar un paso atrás y mirar con atención, reconocer sus componentes y saber qué nos dicen.

Características de las series de tiempo

Primero, comprendamos algunas de sus características clave:

  • Intervalos regulares e irregulares: Muchas series de tiempo se registran en intervalos regulares, ya sea a diario, semanal o anualmente. Pero hay otras donde las observaciones son más irregulares. Quizás los datos no llegan todos los días, sino solo cuando ocurre un evento particular.

  • Dependencia temporal: Las series de tiempo tienen una característica fascinante: las observaciones en el pasado influyen en las del presente. En otras palabras, lo que pasó antes afecta lo que pasa ahora. Es como si cada dato cargara con una pequeña historia de lo que ocurrió antes.

Componentes de las series temporales

Al igual que una buena novela tiene personajes y una trama, una serie de tiempo también puede descomponerse en diferentes componentes. Estos son:

  1. Nivel: Es la base, la línea general de nuestra historia. ¿Qué dirección sigue? ¿Sube, baja o permanece estable?

  2. Tendencia: Va más allá del nivel. Nos dice si la serie está creciendo, decreciendo o manteniéndose constante a lo largo del tiempo. ¿Estamos en un momento de avance o de retroceso?

  3. Estacionalidad: Este es el ritmo de la naturaleza, los ciclos que se repiten. Podría ser el aumento en las ventas durante la temporada navideña o el descenso en los meses de verano.

  4. Ruido: A veces, la vida es impredecible. Hay variaciones que no podemos explicar fácilmente, y ese caos es lo que llamamos ruido.

Para qué analizamos las series de tiempo

Cuando analizamos una serie de tiempo, lo hacemos con un propósito claro. No estamos aquí solo para observar, sino para entender, predecir y actuar.

  1. Descripción: Primero, queremos entender los patrones fundamentales. ¿Qué está pasando con los datos? ¿Cómo se comportan?

  2. Pronóstico: Luego, con ese conocimiento, queremos mirar hacia el futuro. ¿Qué va a pasar después? Queremos predicciones que nos ayuden a planificar.

  3. Explicación: También queremos saber por qué ocurren ciertos patrones. ¿Qué factores están impulsando los cambios?

  4. Control: Finalmente, queremos influir. Si sabemos qué factores afectan una serie de tiempo, podemos hacer ajustes para obtener el resultado deseado.

Pasos para analizar una serie de tiempo

Ahora que entendemos qué son y por qué son importantes, vayamos al cómo. Estos son los pasos para realizar un análisis efectivo de series temporales:

  1. Visualización de datos: Antes de sumergirnos en los números, es crucial visualizar la serie de tiempo. Un gráfico de líneas o barras nos dará una imagen clara de lo que está ocurriendo. ¿Hay patrones claros? ¿Algo parece fuera de lugar? Este es el primer vistazo que nos permite descubrir las tendencias y detectar posibles anomalías.

  2. Exploración descriptiva: Aquí comenzamos a medir. Calculamos valores como la media, la mediana o la desviación estándar para comprender mejor cómo se distribuyen los datos. Esta información nos da una idea inicial de cómo se comporta la serie.

  3. Análisis de estacionariedad: ¿La serie es estacionaria o no estacionaria? Una serie estacionaria tiene propiedades estables en el tiempo, como una media y varianza constantes. Si una serie es estacionaria, podemos asumir que el comportamiento del pasado se mantendrá en el futuro. Existen pruebas como la de Dickey-Fuller o KPSS que nos ayudan a determinar esto.

  4. Descomposición de la serie: Si la serie no es estacionaria, la descomponemos en sus componentes: nivel, tendencia y estacionalidad. Esta descomposición nos permite analizar cada uno de ellos por separado, para comprender mejor lo que está ocurriendo.

  5. Suavizado de la serie: Si hay mucho ruido, suavizamos los datos utilizando técnicas como los promedios móviles. Esto nos ayuda a ver las tendencias subyacentes, eliminando las fluctuaciones aleatorias que no son relevantes.

  6. Selección del modelo estadístico: Ahora que entendemos los patrones y la estructura de la serie, seleccionamos un modelo estadístico adecuado, como el modelo ARIMA, que nos permitirá capturar la dinámica de los datos.

  7. Ajuste y evaluación del modelo: Ajustamos el modelo a los datos y evaluamos su rendimiento. Utilizamos métricas como el error cuadrático medio para asegurarnos de que el modelo esté funcionando correctamente.

  8. Interpretación y predicción: Luego, interpretamos los resultados. ¿Qué nos dice el modelo sobre el futuro de la serie de tiempo? ¿Podemos hacer predicciones útiles?

  9. Validación del modelo: Es importante validar el modelo para asegurarnos de que funcione bien no solo con los datos que hemos usado, sino también con nuevos datos. La validación cruzada es una herramienta útil para esto.

  10. Comunicación de resultados: Finalmente, comunicamos los hallazgos. Aquí es donde volvemos a las imágenes: gráficos y resúmenes claros que nos permiten transmitir de manera efectiva lo que hemos descubierto.

Conclusión

Las series de tiempo no son solo datos; son historias en movimiento. Al entender sus patrones, podemos no solo describir lo que ocurre, sino también anticiparnos al futuro y, lo más importante, influir en él. Con un análisis bien estructurado, podemos transformar datos en decisiones poderosas. ¡Ese es el poder de las series de tiempo!