El gorila en la sala: una lección sobre la exploración sin hipótesis

Hacer una exploración de los datos abierta aumenta la oportunidad de encontrar más patrones ocultos.

CIENCIA DE DATOSESTRATEGIAANALÍTICA

Camilo García Rey

9/23/20242 min read

gorila_en_la_sala_datos_sin_hipotesis
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Imagina que te entregan un conjunto de datos, dos columnas de números, y te dicen: "Haz lo que puedas con esto". No te dicen qué representan esos números, solo que debes analizarlos. Este fue el desafío al que se enfrentaron unos estudiantes en un reciente experimento, y el resultado fue sorprendente.

Dividieron a los estudiantes en dos grupos. El primer grupo, llamado "sin hipótesis", no recibió instrucciones más allá de "exploren los datos y saquen conclusiones". El segundo grupo, el "enfocado en hipótesis", recibió preguntas específicas que debían responder. Parecía una división justa: un grupo podía dejar volar su curiosidad, mientras que el otro tenía un camino claro a seguir.

¿El resultado? A pesar de que el grupo sin hipótesis tenía menos estudiantes, fueron mucho más propensos a encontrar algo sorprendente en el conjunto de datos: una imagen de un gorila escondida en los números. Así es, un gorila. ¿Cómo lo encontraron? Al explorar los datos sin ideas preconcebidas, este grupo estaba libre para dejar que los números les contaran su propia historia. En contraste, el grupo enfocado en hipótesis, aunque más grande, estaba tan concentrado en las preguntas específicas que les dieron, que no vieron el gorila.

¿Por qué sucedió esto?

La respuesta está en la mentalidad abierta con la que se aborda el análisis de datos. Cuando nos acercamos a los datos sin suposiciones, sin un marco predefinido de lo que "deberíamos" encontrar, ampliamos nuestras posibilidades de descubrir patrones, tendencias o anomalías inesperadas. En este caso, el grupo sin hipótesis tenía una ventaja: estaban abiertos a cualquier cosa, incluso a un gorila.

Pero el grupo enfocado en hipótesis, aunque bien intencionado y con un plan claro, estaba tan ocupado buscando respuestas específicas que no se dieron cuenta de la imagen más grande. Literalmente. A veces, cuando nos enfocamos demasiado en lo que creemos que es la verdad, dejamos de ver lo que realmente está frente a nosotros.

El poder de la visualización de datos

Este experimento nos recuerda una lección fundamental en el análisis de datos: la visualización importa. Las gráficas y representaciones visuales no solo hacen que los datos sean más fáciles de entender, sino que nos permiten ver patrones que pueden ser invisibles en una tabla de números. Un gráfico puede resaltar tendencias, mostrar anomalías o incluso revelar un gorila oculto.

Cuando visualizamos los datos, le damos a nuestra mente la oportunidad de explorar sin barreras, de hacer preguntas que no estaban en el guion. No se trata solo de responder lo que creemos saber, sino de estar abiertos a lo inesperado.

La lección del gorila

La próxima vez que te enfrentes a un conjunto de datos, recuerda al gorila en la sala. No te limites a lo que esperas encontrar. Claro, las hipótesis son útiles, nos dan dirección. Pero también es importante recordar que algunas de las mejores revelaciones ocurren cuando nos acercamos a los datos con una mente abierta, listos para dejar que los números nos sorprendan.

Así que, cuando estés ante una hoja de cálculo, una base de datos o un conjunto de información cruda, pregúntate: ¿Estoy viendo el panorama completo? Porque, a veces, el descubrimiento más importante no es el que estabas buscando, sino el que aparece cuando decides mirar más allá.

Y tal vez, solo tal vez, encuentres tu propio gorila en el proceso.